Una familia canadiense ha pasado un año entero como si aún estuvieran en la década de los 80 y muestran su experiencia en un vídeo.
Blair McMillan, de 27 años, y su mujer Morgan Patey, de 28, cambiaron radicalmente su vida durante un año. Ambos, junto a sus hijo de 3 y 5 años, han pasado los últimos meses viviendo como si fuera 1986.
Por supuesto, su viaje al pasado lo hicieron con todas las consecuencias:tuvieron que renunciar durante 365 larguísimos días a todo tipo de aparatos de última tecnología. La pareja cerró sus perfiles en redes sociales y para entretenerse tuvieron que rescatar sus cintas de cassette y sus cintas VHS.
Según cuenta Morgan, el objetivo que perseguían era sentirse «más conectados como familia, vivir más el instante presente». En ese sentido, Balir cree que han experimentado muchas «experiencias positivas».
Sin embargo, Morgan asegura que ahora que su peculiar reto ha terminado, le queda un sentimiento agridulce. «Tal y como está el mundo en la actualidad, es imposible vivir como en 1986, porque te quedarías sin amigos. Es una molestia para ellos no poder comunicarse contigo», cuenta la joven.