Quimi Portet tenía un novia flaca, flaquísima, todo huesos. Los Rápidos, el grupo que tuvo Manolo García entre 1980 y 1982, necesitaba un cambio y apareció Portet para hacer una prueba. Le salió Huesos del tirón y deslumbró. De hecho está considerada una de las 200 mejores canciones del pop español según la revista Rolling Stones. “Con 20 años era tan prolífico como sorprendente. Ya no lo fui nunca más”, ironiza Portet. “Cogía una guitarra, mi ilusión y me salían cientos de canciones. Los Burros no tuvieron ningún éxito, éramos unos cantamañanas. Nuestro público era muy punkoide y nosotros llevábamos las peores pintas del mundo. Los hippies tenían su gracia, los grunges también. Pero nosotros…”.
Vistas las escasas ventas del grupo, Manolo García y Quimi Portet, las cabezas más visibles de Los Burros, decidieron establecerse como un dúo musical, creando así El Último de la Fila, grupo con el que editaron siete álbumes y con el que les llegó el éxito combinado de crítica y público.