A principios de mes la policía realizó una redada en una rave ilegal en la localidad deButleigh, Reino Unido.
Tras encontrarse con la típica escena de una rave, con coches con el maletero abierto en un aparcamiento y gente divirtiéndose a lo grande, arrestan a unos cuantos y se preparan para terminales la fiesta.
En ese mismo instante descubren a los padres de unos menores en plena transacción de sándwiches para que los chavales aguanten toda la jornada sin desfallecer.
Parece que los jóvenes habían avisado a sus padres para que les mandaran algún sustento con el que seguir la fiesta, ya que estaban hambrientos pero animados y temían abandonar la fiesta por si ocurría algo interesante y se lo perdían.
La sorpresa para los agentes de policía fue mayúscula, claro, y lo único que pudieron hacer fue terminar la fiesta e irse a casa. Imaginamos que luego reflexionarían sobre su vida, su trabajo y el contenido de los sándwiches, o no.