‘SIMELLAMA’ y ‘LAPLATA’ suponen el cierre de una era para la artista
Natalia Lacunza no aguantaba más sin sacar música, según compartió con humor en redes sociales para anunciar su regreso. «quien quiere música? yo kiero música.. se acabó la tontería», escribió en una de sus últimas publicaciones de Instagram. Ahora, la pamplonica vuelve ni más ni menos que con dos nuevos sencillos: SIMELLAMA y LAPLATA, junto con sus respectivos remixes a cargo de Nusar3000, que prometen no solo cerrar una etapa, sino también ofrecer un atisbo de lo que vendrá.
Los dos sencillos de hyperpop continúan la línea que la cantante empezó a explorar en su último EP, Duro, a finales del verano pasado. Parece que Natalia ha encontrado un género en el que se siente muy cómoda y que le ofrece el espacio para seguir innovando y explorando nuevos elementos sonoros, creando un sonido que, sin duda, seguirá influyendo en el panorama musical español.
Una despedida en dos actos
Los dos sencillos presentan situaciones opuestas, y al mismo tiempo, se retroalimentan el uno al otro. No cabe duda de por qué encajan tan bien, ya que cada uno representa la fuerza de voluntad y el seguir adelante de manera distinta.
En SIMELLAMA, la artista explora la esencia del empoderamiento personal. La canción se presenta como un himno de autovaloración y resistencia, en el que le deja claro a la otra persona que no va a volver a responderle, y que sus palabras ya no le afectan.
Por otro lado, LAPLATA ofrece más introspección. En esta canción, Natalia se adentra en el terreno de las emociones complejas, reflexionando sobre un amor inesperado y profundo, con un sonido más melódico y sensual.
Mientras que esta última es una exploración de la vulnerabilidad y el deseo, SIMELLAMA es una robusta declaración de intenciones. La mezcla de ambos temas proporciona un equilibrio perfecto entre la fuerza de dejarse llevar, de ser una misma y de ver fortaleza en nuestras emociones, así como el descubrimiento de encontrar poder tanto en uno mismo como en la relación con otra persona.
Además, los remixes de Nusar3000 no podrían ser más acertados; el público encuentra en ellos algo del espíritu de Motomami. No es casualidad, ya que el artista madrileño también colaboró con Rosalía en el remix de Despechá, y ahora experimenta un nuevo sonido con Natalia Lacunza.
El culturismo como estética
Los cuerpos musculados y el culturismo es la estética que la pamplonica ha elegido para representar este inciso en su carrera. «ando buscando chikes fuertes para un proyecto superchulo…..», publicó en redes a principios de junio. En plena época de los Juegos Olímpicos de París y tras la película Con Sangre en los Labios, que se estrenó el pasado abril y narraba la historia de amor de una culturista y la trabajadora de un gimnasio, la fuerza de sus visuales llega en el momento perfecto.
Y es que nada más acorde a la potencia que transmiten estos dos nuevos sencillos. La gran fuerza física de un cuerpo imponente, rodeado de gruesas cadenas y pesas, parece representar seguridad y protección, pero también encuentra placer en cederle poder a la otra persona.
Natalia ha dejado claro que está lista para nuevas aventuras. Con una trayectoria marcada por la reinvención sin perder su esencia, Lacunza vuelve con un enfoque que refleja su evolución personal y profesional, y vuelve al panorama musical para cerrar satisfecha este capítulo de su vida y proyectarse hacia nuevas experiencias.
Fuente: Los40
