Sus últimos videoclips solo pueden emitirse por la noche.
Al igual que en la publicidad y en el cine, el sexo se está convirtiendo, cada vez más, en un componente importante de la música, hasta el punto de que muchos no dudan en calificar a lo que hacen cantantes como Gaga, Rihanna o Inna de pornopop.
El caso es que mientras que un sector del público está a favor de que cada artista se exprese como prefiera, hay un sector más conservador que considera que la provocación sexual es una herramienta barata para llamar la atención y un pésimo ejemplo para los fans más jóvenes.
Entre los integrantes de este segundo grupo se encuentra el gobierno francés, que ha prohibido a las cadenas de televisión del país emitir durante el día dos de los últimos videoclips de Miley Cyrus y Britney Spears: Wrecking Ball y Work B**ch. Así, solo podrán verse a partir de las diez de la noche, dentro de la franja horaria «adulta», para impedir que los niños se traumaticen por culpa de las últimas travesuras de estas divas.