El paso de Miley Cyrus por Madrid no ha dejado indiferente a todo aquel que se acercó a disfrutar de su show, Bangerz Tour, al Palacio de los Deportes. Con un aforo al 70% de ocupación, la actriz y cantante de Tennesse ofreció un concierto festivo, sin pretensiones, lleno de luz, color, una trabajada puesta en escena, sexo y mucha música, donde destacó su actitud divertida, desenfadada y cercana al público.
Miley nos ha dejado de piedra con su Bangerz Tour a su paso por Madrid, la segunda parada de su show en España. Nos ha dejado encantados, ya que el concierto no tiene desperdicio alguno. El espectáculo comenzó fuerte, conBangerz sonando a todo meter, mientras se desplegaba una lengua-tobogán por la que Miley bajaría saludando al auditorio, vestida con un modelito de lentejuelas plateadas y labios, parecido al vestido-oso que sacó en su actuación de los VMA’s 2013. Después de esto, no pararon de salir bailarines disfrazados de animales, chicas haciendo twerking y un montón de elementos increíbles, divertidos y muy provocativos, que marcaron una puesta en escena sólida y digna de toda una estrella del pop.
El show no decae en ningún momento y la actitud de Miley con el público fue algo que nos llamó mucho la atención. Se movió por todo el escenario, se dirigió varias veces a sus fans, recogió todos los regalos que le lanzaron y se puso todos los adornos que el público le arrojaba y encontraba a su paso. Los presentes iban desde unas gafas gigantes, hasta una peluca de rastas, pasado por una orejitas de gato o conejo. También tuvo tiempo de hondear banderas: la española y la del orgullo gay, un arco-iris de color que se vio mucho a lo largo de todo el concierto.
El show nos encantó. Fue una de esas veces en las que te vas para casa pensando lo bien que has amortizado el elevando precio de la entrada (95 €). De principio a fin, estuvimos con los ojos como platos pero hay momentos determinados que nos costará borrar de nuestra memoria, como en el que canta Love, Money, Party, donde aparece al escenario sentada en el capó en un mini Hammer, con las piernas bien abiertas, tocándose toda su zona genital ante los ojos de miles de fans. Muy fuerte.
Otro momentazo del show que nos dejó helados fue la pequeña orgía que se montón con sus bailarines y la enana que la acompaña a todas partes en una cama gigante al son de #GETITRIGHT, uno de nuestros temas favoritos de Bangerz, su último disco. Toqueteos, actitudes provocativas, escandalosas para los papás que acompañaban a sus pequeños en el concierto y besitos en muchas partes del cuerpo, incluyendo el pubis. La coreo del final era súper divertida y los pantallazos de fondo en los que se dibujaban distintas pechos, vaginas y culos con gominolas ¡geniales!
Por el escenario pasaron flores gigantes, bailarines disfrazados de Teletubies, su desaparecido perro Floyd en versión hinchable gigante para Can’t Be Tamed y un hot dog gigante con el que sobrevoló el Palacio de los Deportes mientras cantaba Someone Else. El número más divertido fue ver a Miley cantar We Can’t Stop junto a la enana disfrazada de porro y a sus bailarines saltando por el escenario vestidos de mechero con llama ¡Muy grande! Este tema y Wrecking Ball fueron los hits más esperados de la velada.
Como hemos dicho anteriormente, el concierto no tiene desperdicio alguno y después de haber visto a otras estrellas internacionales en vivo como Rihanna, Lady Gaga o Madonna podemos decir con seguridad que no tiene nada que envidiar a ninguna. Miley se marcó un concierto divertido, con un despliegue de todo y una actitud con sus fans que ya lo quisiéramos ver en conciertos de otras divas por los que también se paga mucha pasta. El show de Madrid puso punto y final a su periplo europeo con toneladas de confeti, serpentinas y una buena traca de fuegos artificiales. Hemos salido encantados, sorprendidos y convencidos. A la próxima volvemos. ¡Hasta pronto Miley!
*Los vídeos no corresponden al show de Madrid, ya que todavía no hemos encontrado nada en HD y con una duración decente pero estos reflejan a la perfección lo que vimos en el Palacio de los Deportes el pasado 17 de junio.