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Mar Lucas transforma el dolor en arte con ‘Rota’, un grito de liberación tras una relación tóxica

La cantante utiliza un acróstico para desvelar el nombre del culpable

Después del lanzamiento de La Inocente, su primer gran trabajo discográfico, y colaboraciones tan destacadas como las que tiene con Edurne y Almacor, Mar Lucas está de vuelta con un nuevo single que, quizá, marque un antes y un después en su carrera. Rota es, sin duda, su canción más personal la que más corazones puede atrapar por su historia tan conmovedora.

Y es que este trabajo es mucho más que una canción; es una carta abierta que escribe la artista, para su público y para ella misma, en la que habla sobre el abuso que sufrió en una relación pasada, usando la música como la herramienta más poderosa que existe para contar una historia tan delicada como la suya.

Viajando por los versos del tema, nos sumimos en una profunda reflexión sobre el sufrimiento, la dependencia emocional y la fuerza para salir de una relación que no puede llevar otra etiqueta que no sea la de ‘tóxica’. Desde las primeras palabras de Mar Lucas en Rota, no solo escuchamos un puñado de confesiones de lo más desgarradoras, sino que también nos encontramos con un acróstico que nos desvela el nombre de la persona de la que trata el tema.

Mar Lucas desvela el nombre del culpable en acróstico

De este modo, la artista expone su vulnerabilidad de un modo diferente y nos cuenta, por fin, después de varios años, el impacto que esa relación ha tenido en su vida. Las líneas «Nunca creí que esto a mí me pasaría / Antes de conocerte el amor no me dolía / Ignoré todo lo que de ti decían / Me enamoré de una mentira» y «No sé por qué tardé tanto en darme cuenta / A alguien como tú no se le abren las puertas / Insistí mil veces, intenté arreglarte / Me quedé sin fuerzas, tú me las quitaste» repiten el nombre del culpable de que Mar Lucas haya escrito una canción que va escalando en intensidad y dolor hasta llegar a un estribillo totalmente desgarrador.

Y es que para que la historia cobre aún más fuerza, aunque alguien que no ha pasado por algo así nunca podrá ni acercarse a imaginar cómo se siente, Mar Lucas se apoya en el uso del videoclip que nos hace conectar aún más con todo lo que nos cuenta. Las imágenes se ambientan en un apartamento que evoca los momentos más duros que vivió la catalana. El silencio y la agresión son los pilares de esta narrativa que se cierra con un portazo final, simbolizando el fin doloroso pero necesario de una relación abusiva.

Esta canción es un grito de liberación personal, un mensaje de fortaleza para quienes atraviesen situaciones similares y, sobre todo, una demostración de cómo el dolor puede transformarse en arte.

Fuente: Los40

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