Creo todos sabemos lo que es y significa la experiencia Déjà vu aunque se nos escapa
de las manos saber el hecho de por qué ocurre. Como inicio de este artículo también
tenemos que decir que el Déjà vu está compuesto de 3 tipos de sensaciones que iremos
conociendo poco a poco. ¿Parece más complejo de lo que pensábamos no?
El término Déjà vu fue descrito por un investigador llamado Émile Boirac, y lo dejó
plasmado en su libro L’Avenir des sciences psychiques (el futuro de las ciencias
psíquicas)
El déjà vu es bastante común. Los psicólogos creen que 97% de las personas lo han
experimentado al menos una vez. Sin embargo, a veces la gente, al experimentar un déjà
vu, empieza a preocuparse por su salud mental.
Por otro lado también tenemos que decir que no es una experiencia del siglo XX o XXI
ya que hay textos antiguos que demuestran que nuestros antepasados también sufrían
experiencias parecidas.
Los tipos de Déjà vu
Existen 3 tipos de Déjà vu y se clasifican en función de la experiencia que hayamos
vivido. Vamos a hablar de ellos.
Déjà vécu
“Ya vivido” o “ya experimentado”. El Déjà vécu es el más completo de los 3 y muchas
veces deberíamos mencionar Déjà vécu en vez de Déjà vu. Ya sea hablar o contar
una historia, o el momento exacto en el que ocurre una acción, que pensamos que ya la
hemos vivido. Esta experiencia es la sensación más común de este tipo de paramnesia.
Déjà senti
Como su propia palabra lo indica, significa “ya sentido”. Una experiencia que
aparentemente hemos vivido pero que no somos capaces de explicar ni recordar en el
tiempo.
Déjà visité
El Déjà visité es la sensación de conocer un sitio, ciudad, interior de la casa, cuando es
la primera vez que la visitamos. Esta sensación es la más desconcertante y en algunas
ocasiones se ha pensado que “algo más” que la ciencia interactuaba en este tipo de Déjà
vu. Sin embargo, por ser la más extraña, es la que ocurre con menos frecuencia.
Cómo explican los científicos el Déjà vu
Por la naturaleza oculta de esta sensación, el Déjà vu ha sido objeto de estudio durante
muchísimos años, y hay cosas que aún no se han comprendido..
Si estás cansad@ física y psicológicamente porque lo que te rodea no acaba de
gustarte puedes remediarlo si calmas tu mente con pensamientos positivos. La dificultad
está en que estos pensamientos no salen solos, ni las actitudes amables y positivas.
Todo la información la tiene tu mente, pero la voluntad tienes que entrenarla.
Necesitamos plantearnos qué nos hace estar cansados y qué nos amarga para poder
contrarrestar la situación y encontrar salidas.
Puede ser que algo que desees que pase en tu vida no termina de pasar y centras
tu atención en lo que no consigues. Puede ser que la gente que tienes cerca no te acabe
de entender y te sientas solo, o que no estés a gusto contigo mismo, porque sólo te
encuentras defectos y te gustaría ser diferente.
En cualquiera de las situaciones anteriores el ser positivo no es fácil. Quieres
llevar tu imaginación a situaciones agradables, a soluciones buenas, pero no te sale
espontáneamente. Aunque te ocurra lo anterior, puedes conseguir cambiar poco a poco
tu estado si respiras profundo y te repites palabras de ánimo. Si al primer intento no lo
consigues, se repite.
Ten en cuenta que con la repetición de palabras negativas aparecen imágenes
desagradables en la mente, así que, por la misma regla, si repites como un loro palabras
de ánimo aunque no las creas, aparecerán imágenes agradables y alguna solución. Como
solemos no valorar lo que hacemos, puede que al principio no te des cuenta de que sólo
por repetir palabras agradables te reporta un beneficio.
Si tu cerebro es la central y tu cuerpo las sucursales de una empresa, no te
extrañes que al cabo del rato de repetir frases amables tu cuerpo se sienta un poco
mejor. Quien repite palabras amables genera buen rollo y buena energía para sí mismo y
para los demás.
Con entrenamiento diario se consigue repetir frases positivas y el efecto inmediato
es que el cansancio físico y psicológico desaparece. Encuentras fuerzas donde no
creías que las hubiese. Sin darte cuenta, aparecen soluciones para lo que te hacía estar
cansado. Si estás queriendo entrenarte en ser positivo repasa cómo hablas y si consigues
ver tus frases amables, tus palabras más sanas y bonitas. Al llevar tu atención a esto
generas sin darte cuenta más capacidad para ser positivo. Qué diferente se ve la vida
siendo un poco más positivo. Las noticias negativas resbalan, no te interesan, las fuerzas
físicas y psicológicas aumentan, y atraes cerca de ti a gente con esta dinámica. Qué
faltos estamos de positividad y buen rollo. En un mundo donde parece que sólo ocurren
desgracias, tristezas y asuntos horripilantes de corrupción se necesita más que nunca
entrenarnos constantemente en lo bueno y positivo. Empieza por ti que eres un mundo,
y si lo cambias un poco ayudarás a otros.