Hay quienes piensan que tener resaca puede hacer que uno tarde más en volver a beber, dado el malestar que ésta provoca, o bien todo lo contrario, y que se recurra de nuevo al alcohol para intentar mitigar estos síntomas. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) ha demostrado que en realidad ni lo acelera ni lo retrasa.
Sus conclusiones, se basan en los resultados de un estudio con 386 personas (196 hombres, 190 mujeres) que solían beber con frecuencia, a los que se hizo un seguimiento durante 21 días para ver sus hábitos de consumo de alcohol.
De media, los bebedores tardaban solo unas pocas horas en volver a beber después de tener resaca, aunque al compararlo con las veces que no tenían resaca, vieron que el tiempo que pasaba hasta la siguiente copa era similar.
«Resulta sorprendente que los participantes dijeran que sus posibilidades de volver a beber alcohol fueran las mismas, con independencia de si tenían resaca o no», ha admitido el autor del estudio, para quien los resultados demuestran que el consumo de alcohol está marcado por otros factores como el día de la semana, los planes o la oportunidad.
De hecho, había algunos factores que podían incluso condicionar el volver a beber de nuevo más que el malestar ocasionado por la resaca, como los problemas económicos. «Pero las resacas no penalizan a la hora de volver a beber», ha dicho.