Irán descubre y expulsa a cuatro ‘jugadoras’ de su selección femenina sometidas a cambio de sexo, cuyo proceso aún no han completado.
Hasta que Irán no ha sometido a las integrantes de su selección femenina de fútbol a unas pruebas de género no ha descubierto el engaño. Cuatro futbolistas representaban hasta ahora a su país como mujeres, pero eran, y continúan siendo, hombres. Ya han sido expulsados de la selección asiática que ocupa el puesto número 53 en la clasificación mundial, aunque podrán reintegrarse al equipo nacional de féminas cuando completen su proceso de cambio de sexo, legal en Irán desde la Revolución Islámica de 1979.
La luz de alarma se ha encendido en una nación en la que el fútbol es un deporte muy seguido por las mujeres, pese a que tienen prohibido acudir a los estadios para presenciar partidos de hombres. La federación iraní ya está llevando a cabo controles por sorpresa en los entrenamientos, tanto en la liga femenina como en el fútbol sala, para determinar que las jugadoras que participan en sus competiciones son mujeres. Los clubes estarán obligados a someter a sus integrantes a los exámenes médicos correspondientes para establecer el sexo de sus deportistas antes de firmar los contratos con las futbolistas.
«Si resuelven sus problemas mediante cirugía estarán en condiciones de recibir las calificaciones médicas necesarias y entonces podrán participar en el fútbol femenino», ha asegurado el jefe de los servicios médicos de la federación iraní, Ahma Hashemian, en alusión a los cuatro hombres que formaban parte del equipo nacional cuando todavía están en pleno cambio de sexo o sufren trastornos del desarrollo sexual, según un diario británico.