10 buenos consejos para sacar provecho (de
verdad) a tu tiempo:
TENEMOS UN RITMO DE VIDA
FRENÉTICO
El 47% de la población española experimenta la sensación de falta de tiempo. Las prisas, la aceleración constante y
los estilos de vida cada vez más vertiginosos son elementos comunes que vertebran la sociedad actual. Esta situación
provoca una sensación de falta de tiempo para estar con la familia, los amigos, disfrutar del ocio o realizar el mayor
número posible de tareas en el trabajo. Asumir como normal un frenético ritmo vital incide negativamente sobre la
calidad de vida y pone en riesgo el adecuado desarrollo físico, emocional e intelectual.
1- Realizar tarea por tarea
Intentar hacer todo a la vez no funciona. Para mejorar la calidad laboral es recomendable apuntar todas las
tareas para vaciar la mente de estrés. Se debe alcanzar la mayor concentración posible en cada tarea por
separado, abordándolas de principio a fin y tachándolas una vez que se hayan realizado. Si se hace así se
ganará en perspectiva y en control del tiempo.
2- Protegerse del mail y del móvil
Es importante planificar espacios temporales en los que se cierra el correo electrónico y se apaga el móvil
para realizar el trabajo con concentración y serenidad. Mirar cada cinco minutos si entra algún mensaje en el
buzón sólo sirve para aumentar la distracción y la tensión. Para gestionar bien el día a día en el trabajo hay
que saber organizar las agendas y eliminar las reuniones, actos o viajes que sean prescindibles.
3- Distribuir el tiempo por bloques
El día tiene 24 horas y se deben distribuir en tres grandes bloques: trabajo, ocio y sueño. Lo ideal, y a lo que
se debe tender en la medida de lo posible, es a dedicar ocho horas a cada uno de estos bloques.
4- Adelantar las comidas y dar más importancia al desayuno
Respecto a la alimentación, es aconsejable seguir el dicho de “desayunar como un rey, comer como un
príncipe y cenar como un mendigo”. Un desayuno fuerte favorece el rendimiento laboral y escolar. El
almuerzo ha de ser más breve y menos copioso; y cenar antes de lo habitual –para la cultura española– y de
forma ligera facilita la digestión.
5- Reducir la pausa para el café
El descanso para el café y los almuerzos de dos horas acaban descompensando la carga de trabajo entre los
compañeros. Lo ideal sería un solo descanso para comer, de una media hora y tomar el café en el mismo
puesto de trabajo para aumentar la productividad y no alargar las jornadas. En muchas ocasiones, el café se
convierte en un ritual negativo que implica una pérdida de tiempo y de concentración en las tareas que se
estaban realizando.
6- Fomentar la puntualidad y no ‘robar’ tiempo innecesario a los demás
Evitar la convocatoria de reuniones que sean prescindibles y, cuando sean de verdad necesarias, no
prolongarlas sin motivo. La puntualidad debe ser una máxima en todos los ámbitos, tanto en reuniones de
trabajo como en entrevistas o citas.
7- Preparar las reuniones y fijar una hora de finalización
Las reuniones deben ser más cortas e involucrar a menos personas; celebrarse por la mañana o a primeras
horas de la tarde; prepararlas con antelación para evitar que se conviertan en discusiones inútiles sobre
asuntos de poca importancia. Hay que fijar las horas de inicio y remate y esforzarse por cumplirlas para
reunirse con efectividad.
8- Organizarse por objetivos
Una planificación basada en objetivos concretos ayuda a organizarse mejor, valorar los resultados y medir la
efectividad. Con esta estrategia se podrán reconducir las prácticas menos efectivas para el trabajo, mientras
que si se tienen trabajadores al cargo, se podrá recompensar a los más eficientes y aumentar las exigencias a
los que no lo son.
9- Reparto de tareas en el hogar
En la mayoría de los hogares aún no se ha producido la igualdad efectiva en la división de tareas entre
hombres y mujeres. De lo que se trata no es de ‘ayudar’, sino de ‘compartir’ el trabajo doméstico entre
todos los miembros de familia, asumiendo cada uno responsabilidades específicas. El cambio empieza por
uno mismo e interiorizar esta nueva cultura –de la conciliación, de la eficiencia frente a la presencia, de la
igualdad auténtica entre el hombre y la mujer– es el cambio más difícil, pero también el más necesario.
10- Compatibilizar horarios con los hijos
Para aprovechar mejor el tiempo con los hijos se recomienda no permitir que abusen de la televisión, la
videoconsola o el ordenador cuando toda la familia está reunida en casa. Además, hay que buscar la mayor
coincidencia posible entre los horarios de los adultos y los de los menores, procurando que las actividades
extraescolares no coincidan con el tiempo libre de los adultos.
Karol Simón Valencia